jueves, 1 de marzo de 2012

Mi querido hermano,

Tu eres lo más hermoso que Dios me regalo,
porque llevamos la misma sangre en las venas y el mismo amor,
yo te acepte como eras, porque en tus ojos veo la alegría de mis padres,
y en tu sonrisa la silueta de Dios que me hace sentirme muy feliz,
aunque yo no puedo darte soluciones a tus problemas  de la vida,
ni a tus dudas, que te hicieron que caminaras por un camino de tristeza,
no olvides que soy tu hermana y que te quiero mucho,
que yo limpiare todas las lagrimas  que aparezcan en tus ojos como perlas
de soledad y de amargura.

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