sábado, 8 de febrero de 2014

EL CASTILLO Y EL PRINCIPE

A lo lejos se ve un precioso bosque 
rodeado por las muralllas de un castillo 
son las murallas de los corazones que 
un dia te dieron besos sin sentido. 
Es la muralla de un castillo.
Que dentro se haya un principe
con un corazón brillante, 
brillante como los diamantes pulidos. 
Un día, cuando empezaba a caer la noche, 
te gritaban la memoria ¡acabarás tu destino! 
si bajas por las escaleras 
de aquel maravilloso castillo 
Angel no te marches a estas horas, 
que sólo hay miradas atenuantes 
y hombres de cuchillo... 
pero la inocencia de ese reino Valenciano
tenía minutos de retiro. 
¡Ay de los besos y los aplausos! 
¿Donde están queridos amigos? 
O mejor pregunto ¿Hay amigos conocidos? 
Puede ser que los haya, pero sólo por segundos 
porque  Angel lo sorprendieron 
con el corazón roto y dolorido. 
Le compraron su alma y sus ojos, 
su amor prohibido. 
El alma de un Manchego que vive 
en el destino para ser recordado
como el rey del castillo 
pero de aquellos castillos blandos 
con paredes de carton y barro. 
¡Ay de los besos y los aplausos! 
¿Donde están queridos amigos? 
O mejor pregunto ¿Hay amigos conocidos? 
Ahora Angel está en mi cabeza y en mi corazon
y la de todos
que no saben qué hacer 
para no perder su prestigio. 
JUsticia para Angel y condena 
para los asesinos, pero lo mismo 
digo para miles de casos perdidos. 
Perdidos en manos de una Constitución 
que no se asienta sobre lo justo 
sino sobre la esperanza de presos 
con retome de caminos, 
caminos que sólo van a un destino 
y es el de matar a mujeres, 
hombres y niños. 
Levantemos nuestros deseos que 
para eso somos vecinos de la democracia 
y no de los asesinos, 
vividores en hoteles sin castigo.  Angel, ahora se que tengo amigos 
y somos todos aquellos que luchamos 
para proclamar justicia por tu nombre 
y por las murallas de la democracia 
y del orgullo.-

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