martes, 20 de septiembre de 2011

LA OSCURIDAD

Buscaremos la puerta por donde
entró la oscuridad.
Una puerta, un grifo derramando
la oscuridad a chorros.
Quizás esta lluvia no baje del cielo
sino de la memoria.
Y de repente
(Aún hay un árbol en mi niñez
que siempre quise trepar)
Y de repente encontrar en mi memoria
el misterio de una puerta
que una vez no quise abrir.
Trasponerla y descubrir del otro lado
el otro destino que nunca tomé.
Verme, entonces, bajo la lluvia
de una ciudad desconocida
ignorando la oscuridad que sigue tras de mí.
Y sentir en mi inconsciente que esta puerta
me conoce, y que, tras otra puerta que ahora
me detiene frente a sí, pueden estar
los objetos amados de otra casa mía
o el espanto de hallar de nuevo
la realidad del lugar donde siempre
he permanecido.

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